En la creación de una empresa, uno de los pasos básicos fundamentales es la redacción de los estatutos. Como abogados de propiedad horizontal en Madrid y especialistas en derecho mercantil, somos muy conscientes de la importancia que tienen los estatutos para todas las compañías. Por eso, es esencial entender cómo funcionan y qué deben contener, puesto que se convertirán en el reglamento de la empresa y la firma de los mismos obliga a su cumplimiento.
Contenido de los estatutos de una empresa
Este documento ayudará a regular cuestiones relevantes y hay ciertos elementos que deben contemplarse en ellos:
- Denominación, capital y domicilio social.
- Fecha en la que empezarán las operaciones de la empresa.
- Órgano de administración y si el administrador será una o más personas, la duración del cargo y su retribución.
- Protocolo a seguir en caso de fallecimiento de un socio y la transmisión mortis-causa.
- Pasos a seguir si un socio decide dejar la sociedad.
- Establecimiento de pactos en cuanto al reparto de dividendos, así como para el procedimiento de la disolución de la sociedad.
Además de todo esto, los socios fundadores pueden incluir en los estatutos todas las condiciones especiales que quieran, así como realizar pactos con los que puedan avanzar en su actividad.
Los miembros que pertenecen a la empresa son los que deben firmar los estatutos y cumplirlos. Para redactar correctamente este documento, es necesario tener muy claro el objetivo principal del mismo y cuáles son los puntos fuertes que se van a tocar.
Hay que tener en cuenta que, la aplicación de un modelo estándar para redactar los estatutos es muy habitual, pero que luego muchas empresas lamentan. Lo ideal es hacer un esfuerzo y pensar en todas aquellas cláusulas específicas que más se adecuan a la compañía. Por eso, la mejor opción para tener unos estatutos correctos, adaptados a la compañía, y no saltarse ningún punto importante, es acudir a abogados especializados en este área.
En Bazán Abogados tenemos una extensa trayectoria en el asesoramiento a medianas y pequeñas empresas en todo lo relacionado a la constitución de las mismas, la redacción de los estatutos, así como en temas como la reclamación de cantidades, o la unión temporal de sociedades, entre otros.